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Los trastornos del aprendizaje son problemas que se presentan en el niño a la hora de recibir, procesar, analizar o almacenar información, en consecuencia el niño presenta dificultades para leer, escribir, deletrear o resolver problemas matemáticos.
Lo que deriva en un conjunto de problemas que interfieren de forma significativa en el rendimiento escolar, llegando a afectar la estabilidad emocional del niño.
Es de destacar que dichos problemas surgen de alteraciones en los procesos cognoscitivos y es probable que exista alguna alteración biológica en algunos casos.
Los trastornos de aprendizaje se caracterizan por presentar un déficits en un área muy concreta.
Los más destacados son los que hacen referencia a la adquisición de la lectura (Dislexia), la escritura y/o el cálculo.
Dichos trastornos suelen estar acompañados de otros trastornos del habla o del lenguaje e incluso de problemas de conducta, déficits de atención e hiperactividad (TDAH), inestabilidad.
Algunas de las características que presentan este tipo de trastornos son:
No todos los niños presentan estas características, pero si en mayor o menor grado, pueden estar presentes este tipo de trastornos.
Las causas que presentan este tipo de trastornos no son precisas, pero se le da primacía a los factores neurobiológicos en interacción con otros factores no orgánicos, como la calidad de la enseñanza, la implicación de los padres, el entorno en el que se encuentra, el nivel cultural, entre otros.
La evolución de dicho trastorno depende del trabajo realizado, suele mejorar con una intervención adecuada, sin embargo si no es tratado el trastorno puede derivar en falta de motivación con los estudios, baja autoestima, fracaso escolar e inestabilidad emocional.
El Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V, nos aporta con mayor claridad un diagnóstico más coherente con la realidad de cada niño, ya que los trastornos de aprendizaje suelen derivar en varias dificultades a la vez, como por ejemplo, podemos encontrar niños con buena capacidad de lectura, con baja comprensión lectora, faltas de ortografía y contenido, entonces es fundamental saber, cuál sería el diagnostico de preferencia y para ello el DSM-V unifica los diferentes trastornos (dislexia, disgrafía, discalculia, no especificado) en una única categoría: Trastornos Específicos del Aprendizaje, luego nos permite establecer las dificultades concretas y cuanto puede afectar al niño.
Dificultad en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes académicas, evidenciado por la presencia de alguno de los síntomas, al menos durante 6 meses:
Las aptitudes académicas afectadas están por debajo de lo esperado para la edad cronológica e interfieren significativamente con el rendimiento académico o laboral, o con actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas (pruebas) estandarizadas administradas individualmente y una evaluación clínica integral.
Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por discapacidades intelectuales, trastornos visuales o auditivos no corregidos, otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio en el lenguaje de instrucción académica o directrices educativas inadecuadas.
Con dificultades en la lectura
Con dificultades en la expresión escrita
Con dificultades matemáticas
A continuación se describen las principales manifestaciones de los trastornos de aprendizaje, los cuales son:
La dislexia se caracteriza por dificultades en la lectura, es decir baja velocidad lectora y escasa comprensión, viene acompañada de alteración en la escritura, en el cálculo y/o algún tipo de trastorno de la comunicación en algunos casos.
Existe una variabilidad de manifestaciones dentro de este trastorno como son:
Es de destacar que la dislexia, digrafía y la discalculia frecuentemente están muy asociadas, ya que el niño que no lee bien, es probable que no sea organizado en la escritura, además tenga problemas de comprensión lectora y en el cálculo, por lo que se evidencia que los trastornos específicos del aprendizaje tienen una alta comorbilidad entre ellos y debemos trabajar con todos, en el caso que sea necesario.
El nivel de lectura, medido individualmente por test estandarizados de capacidad lectora o comprensión, está substancialmente por debajo de lo esperado con relación a la edad cronológica, a la inteligencia medida y a la educación apropiada para la edad.
El problema del primer criterio, interfiere significativamente con el rendimiento académico o las actividades diarias que requieran habilidades lectoras.
Si existe un déficit sensorial, las dificultades para la lectura son superiores a las que habitualmente van asociadas con dicho déficit.
Encontramos algunas alteraciones que están asociadas a este tipo de trastorno, como son:
Es de destacar la alta comorbilidad del trastorno lector con el trastorno por déficits de atención e hiperactividad TDAH. Estudios científicos nos muestran que un 35% de niños con trastornos de lectura presentan TDAH.
Es muy probable que los niños con procesos lectores inadecuados, estén más predispuestos a la desatención, ya que tienen que hacer un mayor esfuerzo en los procesos de codificación y decodificación.
En la etapa escolar es donde el niño presenta mayor dificultad, ya que suele tener una lectura más lenta, no siempre del todo comprensiva, escritura irregular y disortografia.
Dicha situación genera en el niño inseguridad, baja autoestima y falta de motivación con las tareas escolares, lo que conlleva en la mayoría de los casos a fracaso escolar.
La intervención terapéutica, se inicia con la evaluación psicopedagógica, dicha evaluación compete aspectos específicos de los procesos lectores, además de áreas de inteligencia y de la personalidad, una vez se tenga la evaluación se hace un análisis funcional, y a partir de ello se trabaja en torno a las metas escolares, con precisión en las áreas significativas del trastorno.
Dicha terapia se hace en consonancia con el colegio y el trabajo de casa, dirigido hacia hábitos adecuados de estudio, donde el niño sea entrenado en la lectura, comprensión y factores asociados al trastorno que presenta.
Además se trabaja la autoestima, la seguridad en sí mismo y la resolución de conflictos, apoyándonos en la terapia de Aceptación y Compromiso ACT.
Los trastornos de escritura hacen referencia a niños, que presentan dificultad a la hora de escribir como lo vemos a continuación, pueden ser:
Las dificultades con la expresión escrita tienen dos áreas para trabajar, las cuales son:
Redacción y Composición
A nivel de redacción vemos que los problemas están relacionados con la organización de ideas de forma coherente o la forma de escribir utilizando las reglas gramaticales.
Escritura con palabras
En los trastornos de la escritura intervienen diferentes procesos y estructuras mentales, por lo que es necesario diferenciarlos de acuerdo a su complejidad, podemos encontrar:
Disgrafía
Este tipo de trastorno se refiere a la forma o al contenido y no necesariamente presenta problemas neurológicos, ni discapacidad intelectual.
Disortografía
Este tipo de trastorno hace referencia a un déficits significativo de la ortografía, encontramos dos niveles los cuales son:
Las causas de los trastornos de la escritura pueden deberse a factores madurativos del niño, factores de la personalidad o factores de tipo pedagógico.
Estudios apuntan a que:
“La neurociencia nos aporta conocimientos de que el ejercicio físico está directamente correlacionado con la actividad cerebral, ya que promueve la neuroplasticidad y la neurogénesis en el hipocampo, facilitando un aprendizaje más eficiente.”
El tratamiento es muy parecido al de la Dislexia, ya que son procesos de lecto – escritura, se debe realizar una evaluación psicopedagogica dicha evaluación compete aspectos específicos de los procesos de escritura, además de áreas de inteligencia y de la personalidad, una vez se tenga la evaluación se hace un análisis funcional, y a partir de ello se trabaja en torno a las metas escolares, con precisión en las áreas significativas del trastorno.
Dicha terapia se hace en consonancia con el colegio y el trabajo de casa, dirigido hacia hábitos adecuados de estudio, donde el niño sea entrenado en la escritura y factores asociados al trastorno que presenta.
Además se trabaja la autoestima, la seguridad en sí mismo y la resolución de conflictos, apoyándonos en la terapia de Aceptación y Compromiso ACT.
El trastorno del cálculo afecta a los procesos de aprendizaje aritmético básico como son; suma, resta, multiplicación y división.
Las características del trastorno son:
Destrezas de percepción
El niño presenta dificultades a la hora de ordenar grupos de números, igualmente para reconocer y entender los números.
Destrezas matemáticas
El niño presenta dificultades en las operaciones básicas y sus secuencias.(suma, resta, multiplicación y división).
Destrezas Lingüísticas
Presenta dificultades en la comprensión de términos matemáticos, resolución de problemas y símbolos matemáticos.
Destrezas de Atención
Presenta dificultades a la hora de copiar figuras.
No se conoce la causa exacta, se trata de un problema de origen multifactorial, en donde encontramos factores importantes a nivel cognitivo, madurativo, emocional y educativo.
Es de destacar que se encuentra afectada la capacidad viso-espacial y viso-perceptiva, también se manifiestan problemas de lateralización.
En relación a los estados emocionales, se evidencian dificultades, además de las relaciones interpersonales en algunos casos.
El tratamiento se inicia con la evaluación psicopedagógica y continua con el análisis funcional, para luego seguir el trabajo en aquellas dificultades que se presentan más severas, complementando la terapia en el área psicomotriz, cognitiva y pedagógica.
La intervención debe hacerse en consonancia con la institución escolar y con el entorno familiar, dirigido hacia un entrenamiento exhaustivo y eficaz.
Además se trabaja las interacciones sociales, la autoestima y la resolución de conflictos, apoyándonos en la terapia de Aceptación y Compromiso ACT.
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